Aunque suenen parecidos, el ERP y el CRM son como dos hermanos muy diferentes:
Uno lleva las cuentas, los pedidos y el almacén.
El otro se encarga de las relaciones, las oportunidades y los abrazos comerciales.
¿Qué hace un CRM?
- Guarda todos los contactos y conversaciones.
- Organiza lo que hay en marcha (sin depender de la memoria de nadie).
- Automatiza seguimientos, tareas y correos.
- Y hace que el trato con el cliente se vea tan profesional como tú quieres que sea.
¿Y por qué usar los dos juntos?
Porque cuando el CRM sabe lo que pasa en el ERP (stock, precios, facturas…),
y el ERP sabe lo que se está vendiendo, todo va como la seda.
Ya no hace falta enviar “ese Excel” cada semana ni preguntar por el inventario:
todo está conectado.
¿Y cuál elijo?
- Salesforce: el más potente en CRM, ideal si tu negocio gira en torno a las relaciones y necesitas mucha personalización.
- Dynamics 365 CRM: muy buena opción si ya trabajas con Microsoft.
- HubSpot: fácil, visual y rápido de usar. Ideal para empezar sin dolores de cabeza.
En resumen
El ERP y el CRM son como la cocina y el comedor de tu negocio.
Puedes tenerlos separados, sí…
pero cuando están bien conectados, la experiencia mejora para todos.
Nosotros nos encargamos de esa conexión.
Tú solo notas que todo funciona sin que nadie corra detrás de nada.
